Una propuesta de valor busca transmitir las características más destacadas de una empresa o negocio, es una herramienta muy eficaz para generar “engagement” entre los
consumidores.
Al definir su propuesta de valor piense en mostrar cómo su empresa puede satisfacer las necesidades de un cliente potencial.
¿Sabe realmente qué es lo que le importa al consumidor? ¿qué le gusta?
¿cuáles son sus valores? ¿cuáles son sus prioridades?
En todo negocio es importante identificar los elementos de valor más comunes en el consumidor, pero hay que ser consciente de que estos factores van a depender de diferentes orígenes, por lo que la consultora Bain & Company organizó estos elementos en cuatro categorías:
Impacto social – Cambio de vida – Beneficio emocional – Beneficio funcional
Conozca a sus clientes de manera integral, distinga cuáles son sus necesidades y como puede atenderlas, identifique lo que consideran valioso.
La innovación no debe estar presente solo en sus productos o servicios, sino también en la forma en la que se solucionan los problemas y necesidades de los clientes.
Pregúntese que necesidades o deseos no están siendo satisfechos y cuáles de estos pueden aportar valor a mi negocio.
Explotar su elemento diferenciador de forma que el cliente pueda poner en su mente su negocio por sobre la competencia.
